lunes, 29 de julio de 2013

Salsa Express de Pimiento

Esta es una salsa cruda, que se hace rapidísimo y es un excelente aderezo para lo que quieras: una ensalada, fideos, arroz o como en este caso unas croquetas de coliflor, papa y zanahoria.

Lo primero es poner en remojo un rato las semillas de chía para activarlas y que se digieran mejor, potenciando la absorción de las enzimas y nutrientes. 

Mientras tanto, lavar el pimiento con agua, bicarbonato y vinagre para sacarle pesticidas y fertilizantes.

Cortar ajo y colocarlos en un mixer, junto con las semillas y el agua que se transformo en una especie de gelatina, parecida a la clara de huevo.

A las semillas de chía se le atribuyen 2 veces la proteína de cualquier otra semilla, 5 veces el calcio de la leche entera, además del boro, mineral que ayuda a la absorción del calcio en los huesos, 2 veces la cantidad de potasio de los plátanos, 3 veces más antioxidantes que los arándanos, y 3 veces más hierro que las espinacas, a parte de grandes cantidades de ácidos grasos esenciales omega 3. También es fuente de magnesio, manganeso, cobre, niacina, zinc y otras vitaminas.

Agregarle especias para mejorar el sabor, nosotros le pusimos pimenton y sal rosada del Himalaya.

Batir y decorar con perejil y aceitunas

Esperamos que la hagan y la disfruten!

lunes, 22 de julio de 2013

Rodando el Cambio

Cuando te corrés un poco de la rotonda en la que como sociedad giramos a diario podés darte cuenta que es muy sencillo hacer el cambio, solo hace falta convicción y voluntad para arrancar, el resto llega solo. 

Necesitábamos hacer un cambio porque vivíamos en una rutina que se sentía como eterna, y solo hacia 1 año que vivíamos juntos. En ese tiempo, Lucas tenía dos trabajos y el mío era hacer las cosas que nos tocan a las mujeres como los mandados, cocinar, lavar y todo lo que sea necesario para ser una buena ama de casa pero… era lo que habíamos soñado? 

Y así empezabamos a probar los sabores naturales
El primer salto lo dimos cuando Lucas renunció a un trabajo y nos encontramos pasando toda la mañana juntos, teníamos tiempo para nosotros.

Pudimos entender que ir a un hipermercado para “la compra del mes” te hace creer que necesitas muchos productos por sólo verlos en las góndolas. 
Otro cambio fue dejar de pedir comida hecha, ya que era un hábito muy caro y lo hecho con amor en casa tiene mejor sabor.
Comprar frutas y verduras en el Mercado Central con mas personas y luego dividir los productos, nos hizo entender que la compra comunitaria beneficia a todos.

Ir a dietéticas o molinos nos permite adquirir alimentos sueltos y así evitar tantos envoltorios inútiles. 

Estas son algunas soluciones que encontramos para equilibrar nuestra economía y no caer en “el precio mas bajo” de las grandes cadenas.

Pero el cambio trascendental fue dejar de comer animales. Volvernos vegetarianos marcó un antes y un después en nuestras vidas.

Bajamos de peso,  mejoramos mucho nuestra salud (pasamos 1 crudo invierno en el Delta sin sufrir un solo resfriado), nos sentimos con más energía, vitalidad y empezamos a pensar con mayor claridad que era lo que queríamos para nuestro presente.

Internet es una gran fuente de información y te ayuda a conocer a personas que también decidieron dejar viejos hábitos y empezar a hacerse cargo de lo que comen.

Suprema de soja con ensalada completa

Nuestro cuerpo y exámenes médicos nos dicen que vamos por un buen camino.

Día a día aprendemos  maneras de alimentarnos bien y rico cuidando el único cuerpo que tenemos. 

Estamos tan contentos del cambio que generaron en nosotros estos nuevos hábitos, que deseamos compartirlos para que conozcan una alternativa que merece ser probada.

Cous Cous de coliflor crudo realizado por Juliana Lopez May en el BA Market
Una de las formas que encontramos es ir a la cocina de personas con ganas de experimentar nuevos sabores, preparar una rica comida y compartirla para que todos puedan hacerla en casa.

Esperamos que te animes, nos invites y la próxima receta sea desde tu casa!

Hoy les presentamos “Hamburguesas de soja texturizada con pan casero” desde la casa de Aldana, Martín y Lauti.

viernes, 5 de julio de 2013

Un lugar especial en Morón

En nuestra vida siempre queremos disfrutar los momentos a pleno, por eso el tiempo que llevamos viviendo en Morón tratamos de aprovecharlo al máximo.

No podríamos hacerlo sin el abrazo que nos da Sabri, una persona con gran corazón, que nos permite compartir con ella su casa, su vida y así hacernos muy felices.

Disfrutando con Sabri del bosque joven
Definitivamente la naturaleza nos atrae y muy cerca de donde vivimos tenemos la Reserva Natural Urbana de Morón, un lugar muy especial para nosotros con 14 hectáreas en las que se encuentran un bosque añejo compuesto por árboles altos y un roble de 80 años, un bosque joven y un pastizal enorme en el que se ven sobrevolar una gran variedad de pájaros y lamentablemente muchos aviones que despegan y aterrizan en la Base Aérea de Morón.

Este oasis en medio de la ciudad nos permite olvidarnos del tiempo, de los autos, de las bocinas y pasar a formar parte de la naturaleza en un ambiente ecológico y responsable, que nos ayuda a tomar conciencia de lo importante que es un ecosistema amigable para todos.

Una de nuestras tardes en el pastizal
Las composteras armadas para que los visitantes tiren sus desechos orgánicos nos permitieron realizar una separación de residuos en nuestra casa, llevarlos allí y transformar en tierra abonada lo que erróneamente lleva el nombre de basura.


Participamos de una jornada de avistaje de aves que nos encantó, en la que vimos una gran variedad de especies, que estando tan cerca no reconocíamos.

En pleno avistaje
Como apoyamos la existencia de espacios como este, fuimos a festejar su primer aniversario, y nos encontramos un monton de actividades para toda la familia, como obras de teatro, muestras fotográficas de aves e insectos, talleres de compost, y como siempre unos hermosos juegos para entretener a los mas chicos.

La sorpresa de Lauti al encontrarse cara a cara con una oruga
Y lo que mas nos gusta es que nos permite unir 2 actividades que nos llenan el alma como son estar en la naturaleza y compartirlo con personas que amamos!

Mates y risas como siempre con Cami y Caro
Descansando después de recorrer los bosques

Festejando el cumpleaños de la Reserva

lunes, 1 de julio de 2013

Conociendo a "La Brujita"

Desde que decidimos en Rosario cumplir este sueño de conocer nuevos lugares, empezamos a prestar atención a las señales y a fijarnos quien iba a ser la afortunada que nos lleve.

Cuando nos dimos cuenta que había más posibilidades de encontrarla en Buenos Aires, decidimos emprender el viaje en nuestro autito, llamado cariñosamente “El Navío”, un Fiat 1500 modelo 66 que fue nuestro compañero en la inmensidad del mar, viajes de camping y varias idas y vueltas a reencontrarnos con la familia y amigos (que para nosotros es lo mismo).

"El Navío" de vacaciones en la costa de Ostende
15 días después de aterrizar en casa de Cami y Caro,unos hermanos de la vida, ella apareció sin que nadie la esperara y un papel borroso en la ventanilla lateral y el semáforo en rojo, dieron el aviso.
Caro y Lucas corrieron hasta alcanzarla casi por intuición y al recuperar el aliento, ellos y el hombre mayor al que casi matan del susto, confirmaron que estaba a la venta. 

A la semana hicimos la ceremonia de firmas, y el 5 de febrero la adoptamos (algunos creerán que es coincidencia, pero para nosotros es una hermosa causalidad que nos la hayan entregado el mismo día que nos conocimos allá en San Rafael 3 años antes).

Así la conocimos
Dos días después decidimos salir a probarla, el destino Luján y 50 km. de bautismo.
Los primeros 40 km. nos enamoramos por completo, nos dimos cuenta del hermoso aire que dejan entrar esas ventanillas grandes, de lo bien que se ve desde esas alturas hasta que… La Luz roja de la presión de aceite!!! 
No pasó un segundo que Lucas la apago y al abrir la tapa del motor, vimos salir un humo que no nos gustó nada.

Decidimos esperar a que se enfríe, abrimos las puertas dobles para que entre aire y se vaya el olor a aceite quemado, y nos sentamos a tomar unos ricos mates, observando una hermosa vista.
 

Cuando la temperatura bajó medimos el nivel de aceite y las dudas se hicieron realidad: No tenía una gota!

Pensamos lo peor, pero nos dimos cuenta que el vaso medio lleno es la filosofía que más sirve, así que llamamos a la grúa y seguimos disfrutando los mates. 
 
Confirmado: sin una gota de aceite
Mis suegros Susana y Jorge fueron al rescate con 4 litros de aceite.
Cuando se lo fuimos a poner Jorge nos dijo: “Las mangueras de la nafta están todas resecas”, y lo primero que pensamos es en la suerte que tuvimos de que no se prendiera fuego, cosa bastante común en las Kombis.

A Luján llegamos andando, previa parada por un control policial al que le mostramos los papeles en regla y pasamos orgullosos.
Al poco tiempo estaba la camioneta en el chapista, y el motor en la rectificadora de Jorge donde llegó para cambiarle los retenes por donde perdía todo el aceite y terminó con un cambio de conjunto completo, embrague reparado, etc., etc., etc. Llevando al motor casi a nuevo.

Motor afuera, primer service después de muuuchoo tiempo

A punto de recibir color!

El motor está… la chapa casi está… y el interior está en nuestras manos…

Cada vez estamos mas cerca de nuestro sueño!

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